El Libro del Sueño

CARAPAPA.

(Así me llama...)

Y es que la gente no es lo que parece…

O como me dijo, “hay gente y hay personas”.

Detrás de una apariencia fresca y desenfadada, de una sonrisa traviesa y una amplia carcajada, me encontré con una luchadora infatigable, con una persona que se enfrenta todos los días a la vida con una sonrisa, sonrisa que tiene la bondad de regalarnos a los demás para hacernos la vida un poquito más llevadera.

La conocí y el tiempo se paró, cuatro horas parecieron cuatro minutos, y esos cuatro minutos fueron una vida entera, una vida que parecía que habíamos pasado juntos.

Fui a la boda de un amigo, la novia se parecía a ella y el novio se parecía a mi.
Llegaron sus palabras a mi teléfono y desde el teléfono al corazón.

Después sus palabras llegaron a mi oído y mirando al cielo la buscaba mientras escuchaba su vocecilla nerviosa.

Volé con mi imaginación hasta llegar a la puerta de su casa en la que me recibía con una mirada transparente ante la que desnudaba mi corazón enrocado, y nos fundíamos como siempre hicimos y como nunca hicimos.

La comunicación y tú.

Y habla, y habla… y yo la escucho.

Lo que ella no sabe es que hace rato que me perdí en su mirada, que tengo que esforzarme por seguir su conversación y no sucumbir al hipnótico movimiento de sus ojos, de sus largas pestañas.

Espero que nunca lo descubra…

-----------------------------
Perdón por el retraso amigos,

Saludos cordiales,

P.

Escrito por Pródigo. a las 15 de Septiembre 2004 a las 01:53 PM